viernes, 20 de julio de 2007

El Rincón de Oso Bonfante: Breve Introducción


Es cierto, al personaje que vamos a dar paso en las próximas líneas no se lo tiene muy emparentado con la reciente historia del Club, creo yo, que por practicar un rugby antiguo (basta con aportar una clásica indicación: Al hooker, que baje el dedo mayor de la mano zurda -mientras toma al pilar de ese lado-, indicándole así al medio scrum que ingrese la pelota en el scrum). Más allá de este tipo de artimañas y de la distancia con la actividad de Club, su notable desempeño en el colegio es motivo importante para que le dediquemos un rincón aparte y podamos ir deshojando todo tipo de anécdotas.
Hombre de voz gruesa (a lo Coco Basile), con alguno problemas en el comedor, fiel fumador de parisienne, con un bigote característico, fan de las inmensas riñoneras montagne, utilizaba bermudas o pantalón 20cm. por encima de la cintura por la espalda y sosteniéndole la panza por delante.
Curiosamente, ante la lluvia que impedía que se llevaran las clases correspondientes al rugby, no se cansaba de hartar pasando el video (y vaya si le dio uso) de "los 15 mejores del mundial `95". Lomu, Wilson, Santamarina, Noriega, pasaban y pasaban. Alguna vez, cansado, le lleve el video de Francia-All Blacks en Gales `99, no solo que nunca me lo devolvió si no que lo vio como una nueva-buena opción y lo pasó varias veces.
Se dio el lujo de instalar frases (de esas que pronunciaba en la cancha de rugby, pero se escuchaban en la terraza del buffet) que quedaran para la posteridad. Con voz firme y casi siempre cayendo en la repetición, a pesar de su pasado como ala, se ve que su gusto por un rugby total lo llevaba a tener latiguillos, generalmente, para los wines. "Chau, chau, chau" (no el de Tinelli) se escuchaba al momento de cortar la línea de ventaja. Si no: "Bandera, bandera, bandera", indicación para que el jugador no frenara hasta la meta y vaya que sirvió, que en una practica, con uno de esos que no caza una, pero son ligeritos, el Oso gritó y el muchacho que se iba derechito para abajo de los postes, desvió su carrera hacia el banderín.
Otro clásico es el "Por Dioooooos!!!" que exclamaba ante cada imprecisión de sus equipos, con los pies firmes y los brazos abiertos en signo de "que paso?". Claro que las frases siguen, pero quedaran para otra entrega. Para despedirnos una simple anécdota.
Mucho Seven (no del bueno) se practicaba en el colegio. Tras ganarle una copa al colegio Guadalupe (el clásico), el Oso amplió horizontes y nos llevó a la Copa Nike. Para la puesta a punto, se decidió a practicar jugadas algo innecesarias -por lo menos, así lo veo yo- como constantes salidas de 22 y penales a favor en 5 yardas. De salida, es cierto, no había muchas variantes, mas allá de las alocadas que proponía su excitado ayudante que fue 1/2 scrum en el club y viajó a España recientemente. Pero de penal, puf!, todas las variantes habidas y por haber. Proponía parar a los dos pilares, de espaldas, en las 5 yardas e indicarle la jugada al medio scrum con gestos mínimos, imperceptibles para los rivales: 1) por la imposibilidad de ver a los hombres dados vueltas y 2) por la complejidad de las señas.
Recuerdo que rozándose la cabeza, se indicaba una de tantas. La otra era la oreja, o la nariz y así seguía, hasta terminar en tocarse un huevo. Juro que se practicaron. Es cierto, costaban, pero salían. Igual, seguía con mi teoría: ¿Cuantos penales en 5 yardas podes tener en un Seven?. Lo cierto es que fuimos, bastante bueno el equipo, algunos jugaban en clubes importantes y teníamos al Gurka Pallota, que era un gordo de tez negra que iba para adelante, pero acusaba mil lesiones. Jugamos varios partidos, veníamos con buenos resultados y de repente la jugada se dio. Penal en 5 yardas. Claro, ante tanta variedad, la desazón fue terrible. ¿Qué hacemos?, exclamaron algunos. Atónitos, giraron y buscando el guiño cómplice en el coach, preguntaron que jugada se tenía que utilizar. El Oso, a los gritos, exclamó: "Con Pallota, con el Gordo, todos con el Gordo". Sin más, me despido. Un genio.

Canchas y Colores Vol. 2


Como indicamos en el Vol. 1, el juego urribarri que adquirió la primera en 2003, lo urtaron del baúl del medio apertura que viste de jogging de tela de avión azul y buzo gris arremangado. Por tal motivo, ante la proximidad del partido en aquel 2004, hubo que recurrir a gestiones de referentes de peso con influencias en la URBA. De esta manera, se obtuvieron unas camisetas de la URBA de un clolor celeste (mas claro que el de la foto) y se utilizaron un día domingo -creo que era dia del padre-, bajo la lluvia, el Ezeiza, en una derrota vs. SITAS.

Obviamente, nunca más se volvieron a utilizar esas camisetas y mucho menos el color celeste.

miércoles, 18 de julio de 2007

El Rincon de Ozzi: "El Sidecar"


Segunda entrega de este personaje sin igual. En este caso, con una anécdota poco conocida por la parcialidad obrasanitariense (¿?). Pero imperdible por su inverisimilitud con la realidad del protagonista de este posteo.

Como todos sabemos, el 2002 para todos los argentinos fue un año durísimo. Sobre todo en materia económica. Pocos se podían dar el lujo de progresar comprándose algún objeto para mejorar su bienestar.

Y justamente, a quién suscribe, se le hacía muy difícil volver a su casa rápido después de los entrenamientos de los jueves, ya que después de transpirar la camiseta (¿?) estaba el consuelo de alguna buena comilona en el rancho. Y uno no se podía ir. Para colmo, todos los que íbamos para el mismo lado, o nos tomábamos el colectivo, o nos íbamos con un agraciado que nos acercase a algún punto de la ciudad más cercano a nuestras casas. Y la realidad indica que un día de semana, a las dos de la mañana, no es nada divertido esperar que pase el 15. Así que terminábamos en la segunda opción.

Todos sabemos que Ozzi, tiene una predisposición enorme, y más de algún jueves nos ha acercado a muchos a zonas que quizás no eran de tramo directo de su recorrido habitual. Pero lo bueno que tenía eso era que en esas charlas de automóvil, surgieron anécdotas que (si bien estaban en el mismo rincón de los recuerdos donde encontramos el momento histórico con más repercusión de los últimos tiempos) estaban esperando el instante justo para salir a flote.

Recuerdo justamente una noche después de comer un guisito en el rancho, (de esos que armaba Luis, ¡espectaculares!), que con otro integrante del plantel a quién prefiero preservar su identidad (pero es un primera línea muy querido por todos, a la espera de una operación en su rodilla, y esperando un varón), nos fuimos con Ozzi en su auto. A la altura de Av. De los Incas y Cramer, debajo del puente del ferrocarril, nos pasó una moto a gran velocidad, a lo que retruqué con un: “¡Dios mío!, ¡cómo pueden ir a semejante velocidad!” (si, ya sé, frase de viejo). En cambio, Ozzi, muy displicentemente se despachó con lo siguiente: “No gordo...., vos decís eso porque nunca anduviste en una moto a altas velocidades. En mis épocas juveniles, he recorrido las rutas argentinas de norte a sur con mi moto. Y la adrenalina que sentís es imperdible”. Tras este comentario, mi cara ya se empezaba a deformar (sobre todo mis labios), hasta que concluyó de deformarse para caer en un llanto de risa luego de que me dijera: “Pero lo más lindo de mis andanzas con la moto, era cuando los domingos, con mi señora, nos íbamos al Tren de la Costa, por supuesto, ella disfrutando del paisaje, en el SIDECAR”. ¿Se lo imaginan al Gran Ozzi en una Moto Guzzi cual soldado de la GESTAPO con su sidecar por San Isidro? Cada uno sacará sus propias conclusiones. Por lo pronto, yo lo escuché de su boca. Y soy felíz de poder compartirlo.
¡Gracias Ozzi por tus enseñanzas!”

-- Posted by el Tigre Gareca --

miércoles, 11 de julio de 2007

Hugo Agrelo, una ráfaga de arte por Libertador (Entrega 1)

Hoy nos toca hacer mención de un distinto. Y no lo decimos en el sentido futbolero de "tocado por la varita", sino en el sentido estadístico de que es imposible encontrar en una misma persona a un artista abstracto abierto a las experiencias, un cantante folklórico, un rugbier de alrededores de barrio norte que jugaba en el club San Martín, un nacionalista y creyente, 5 veces divorciado y concubino de su mamá. Una colección de anécdotas pasadas, contemporáneas y futuras se concentraron en una persona, allá por el 2003, cuando Hugo Agrelo se hizo cargo del Plantel Superior de Obras Sanitarias. Esta es la primera de varias entregas.

Tengo dosh notishisash: una buena y una mala

Ir a la Dirección Autárquica de Obras Municipales es un poco como verse en un espejo distorsionado; como He-Man y Faker, su versión mala. Los dos somos clubes peronistas con un pasado glorioso o, al menos de primera división, y nos queremos poco y nada. No vamos seguido, pero cuando llegamos no nos sentimos muy a gusto; quedamos inmersos en una sensación rara que arranca en el recorrido hacia los vestuarios, pasando por el natatorio y, ya cambiados, entrando en calor ¡en un diamante de beisbol!

Esa tarde de 2004 nos encontró con poco espíritu competitivo y se notaba en la cancha. El primer tiempo fue de esos que hacen enojar a un entrenador, que le toca el orgullo porque se imagina que algún comentario pelotudo le van a hacer en el tercer tiempo y porque no quiere que piensen que el es un cagón como los quince de adentro... y así van engranando. Y si hablamos de engranar rápido, que mejor ejemplo que el protagonista de este post: el integrante de la Coral Santa Cruz, el artista abstracto, el centro potente, entre tantas otras. Agrelo.

El pimer tiempo había sido un desastre,y los de adentro ya se veían venir la descarga de bronca. Algunos tardaban en llegar al lugar de la cancha en el que se juntaban para hablar, otros se hacían atender por el médico. El lineman ni se acercaba. Pero Agrelo sonreía y nada más. Por ahí solataba un "¿eshteeee... te falta mucho para venir acá?" Parecía todo un gran preámbulo para una tremenda cagada a pedos a la que Agrelo le ponía suspenso.

De a poco se juntaron los veintipico alrededor de Hugo. Él, parado, y la mayoría sentados. Pero él estaba parado a su manera, que no es joda: los pies marcando las dos menos diez, el torso hacia adelante y los brazos disponibles para gesticular. Dudaba en empezar, "ehhh" repetía. Y movía una mano que tenía los dedos índice y gordo unidos en sus yemas, como midiendo el ancho de un palo de escoba. Todos los ojos estaban en él... los jugadores ya se habían dado cuenta de que estaba haciendo teatro y se habían hinchado las pelotas. Y Hugo arrancó con "Muchachosh, tengo dosh noticishiash para darlesh: una buena y una mala...". En estas situaciones es común que el portador de las noticias pregunte a quien las desconoce cuál quiere escuchar primero.

Pero Agrelo nunca es común, así que no preguntó. "La buena esh que nada másh quedan cuarenta minutosh", disparó irónico, incisivo, hiriente, buscando una reacción en sus jugadores, tocarles el orgullo. "Falta poco", agregó. ¿Y la mala? se preguntaban los presentes molestos con el comentario de su entrenador. "Y la mala, shaben qué, ¡¡la mala es que no she pueden ir!!". "¡¡Shiii, boludo!!", siguió hablándole a la cara a Garrison, "she tienen que quedar hashta que termine eshto, ashí que mejor she meten en el partido".

Hugo Agrelo, un peculiar

Refritado 1


De a poco, vamos logrando sacar algunas sonrisas y la gente se prende en colaborar. Fue así que nos llegaron viejas ediciones de la revista virtual Matchwolfi, por parte de un ex primera-tercera linea y entrenador que alguna vez remato una charla de entretiempo a una tumultosa división con la frase: "Abrí tu mente....comprate un Ka".
Revisando, encontramos varios parrafos más que interesantes que creemos merecen su lugar estable. Hoy repasamos el primer refritado de Matchwolfi con COMO ARMAR UNA BUENA CANCION EN EL MICRO, texto a cargo de un ex jugador y entrenador de jueveniles, que alguna vez se dio el gusto de dejar el premio CAP vacante.

COMO ARMAR UNA BUENA CANCIÓN EN EL MICRO

1- Sentarse en los asientos del fondo.
2- Elegir la víctima: debe ser alguna persona que haya sumado méritos para recibir una canción. De ser posible que esté sentada adelante.
3- Rodearse de gente mala: trata de que se sienten cerca de ti los más ásperos y odiosos de tu división. Por ejemplo en mis épocas de juveniles me dio mucho resultado sentarme con Urday y Beto Rudel.
4- Recabar información sobre la víctima: todos juntos traten de recopilar material para la canción, todo es útil: frases célebres, defectos físicos, olores, hechos ocurridos en partidos o entrenamientos, etc.
5- Si no encuentras suficiente material, invéntalo. No debes sentir lástima por la víctima.
6- Aquí hay dos formas de continuar, si necesitas que la canción salga rápido o no tenés mucho material podés recurrir a los clásicos ritmos: “En el Río de la Plata...” , “......, mi buen amigo...” o “..., no lo pienses mas ...”.
7- Ahora si lo que querés es que tu canción sea un éxito, tenés que buscar algún hit del momento.
8- Este paso es el mas complicado ya que es el armado en si de la canción. Es importante que no sean muchos los que te ayuden a armarla porque sino es un quilombo y aparte nunca falta el que tira cualquier cosa. Para mi el numero ideal de autores es entre 3 y 5.
9- Una vez que ya la tenés armada juntas banda en el fondo y les enseñás la canción.
10- Solo queda cantarla y disfrutarla entre todos. Si el contenido de la canción es muy heavy, te recomiendo que te recuestes sobre el asiento mientras cantas, así la víctima no te ve y de última vos no tuviste nada que ver.

Suerte y que lo disfrutes.
El mismo cantautor de exitos como: “Pipeta, Pipeta”, “Pico sos un boliviano”, “Esta es la gloriosa banda de los cloaqueros”, “Eres piel morena” y co-autor del hit “Verdaguer”.

martes, 3 de julio de 2007

Momentos Históricos: Parte 2




Seguimos recreando esta sección de Momentos Históricos, y en este caso vamos a apelar a la imaginación (y a la utopía también, por lo menos para algunos). Eso sí, cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia...

Imaginémonos el año 2035, más precisamente una tarde de primavera, el Club Obras Sanitarias vuelve a estar poblado de socios, y a relucir como en esos tiempos de antaño. La gente se posa a tomar sol en la “cancha verde”, y el patio rojo vuelve a ser destechado. Pero lo más curioso de todo, la fiebre mundial por el deporte de la Pelota a Paleta se deja vislumbrar en la cancha detrás de la pileta. Incluso, se dice que un señor que se hace llamar Dinamita (obvio, será el nieto) es quién regentea que todo este en orden por estos lares.

El rugby pasa por un momento inolvidable, luego de haber pasado por todas las divisionales, ese año lograría el subcampeonato de primera división, tras perder en un agónico cotejo frente al SIC. Ni hablar del rancho, sin dudas que explota de gente

Y esa misma tarde, se juntaron algunos jugadores del plantel superior a tomar algo en la confitería, y justamente surgió entre charla y charla, cuál habrá sido momento histórico rugbístico más significativo del club de todos los tiempos.

“Que la tapa de El Gráfico”, “que un tackle del Inglés”, “que un try de Cristensen”, Que algún momento en el que la cancha estaba “así” (Ver nota titulada como “los Por qué”).... En fín, lo mismo de siempre. Pero muchos se olvidaban de un momento histórico para el club, que había quedado guardado en el rincón de los recuerdos.

La confitería tambíen estaba llena de gente. Unas señoras mayores, ex jugadoras de hockey, se destacaban jugando al Buraco. Pero más allá, se encontraba un personaje solitario, con una barba tupida, y con canas que vislumbraban su entrada edad. Dicen algunos que lo vieron llegar esa misma tarde en un Peugeot 504 de reliquia, pero pocos sabían quién era.

De pronto, tras la mirada atónita de estos muchachos que debatían sin llegar a ponerse de acuerdo, este hombre se les acercó y les dijo: “El momento histórico es sin dudas, una tarde de 2005 en Chascomús, cuando el apertura del club, desde la línea de 22 metros en defensa, con viento en contra y con un desgarro abismal, clavó un penal faltando segundos para finalizar el encuentro. Esa misma tarde Obras ascendió nuevamente a tercera”. Luego de esa frase, se fue. Así como vino, calmo, sereno, así se fue. La cara de los players (Basile dixit) no dejaban de expresar el asombro. Uno de ellos, al que denominaban “Garequita”, les dijo a los demás: “eso es verdad, mi viejo me lo contó... Yo voto por ese momento!”

Posted by el Tigre Gareca

lunes, 2 de julio de 2007

Momentos Históricos: Hay maní, maní


El club se nutre de momentos históricos que quedaran para posteridad. Es cierto, algunos son grandes acontecimientos, otros no tantos, pero acá le damos paso a todas las historia. Hoy, uno de los presentes, nos cuenta una increíble historia.

YO LO VIVI

Si bien estaba lejos de ingresar a una cancha de primera, en mis épocas de juvenil, el ritual de los sábados se repetía siempre: Tempranito, (Pre?), Inter, Primera, tercer tiempo.
Incondicional, previo a los partidos de la primera, mi presencia física paseaba por el Club, pero a las 15.30 se plantaba junto al resto de la gente del lado de la cancha que da al Cenard (Algo que nunca entendí, porque nos comíamos todo el sol de frente).
Lo concreto es, que con gran número de publico, y un buen desempeño del primer equipo (creo que fue en el año 2001), se empezaron a suceder hechos extraños. Pero no quedan dudas que el más singular se dio esa tarde.
Durante el ST del partido de primera, a lo lejos, y cada vez más cerca, se empezó a escuchar una voz gruesa que decía: "Hay maní, maní. Hay maní, garrapiñada, hay maní, maní". Increíble, pero real. Como en un gran evento deportivo, se vio que el muchacho andaba cerca del Club, vio la muchedumbre y se mandó.
Con años de tribuna y partidos, doy fe que fue la primera y única vez que nos visito un "Manicero".


Personajes: Wilson



En las MiniBiografías, le dimos lugar a las historias de "jugadores" que vistieron los colores del Club. Pero en una reunión de redacción, nos dimos cuenta que no podíamos dejar afuera a grandes personajes que deambularon por las instalaciones si llegar a pisar la cancha.
Para arrancar, nos despachamos con la breve historia de Wilson.
Corría el año 2000 y, como ya hemos dicho, el club estaba en época de vacas gordas. Con la idea de sumar gestos de profesioalismo, se analizó la idea de contratar un empleado de mantenimiento exclusivo del rugby para que se encargara de las tareas pesadas.
Y así fue que cayó Wilson. Hay quienes dicen que lo arrimó al Club un ex delegado de la URBA que siempre utiliza boina, ya que era el esposo de una empleada domestica que trabajaba para el. Con 40 años y de nacionalidad paraguaya, este hombre se encargaba de ordenar la utilera, mantener limpio el rancho (como pregona el cartel) y, obviamente, el cuidado del césped (?) de la cancha. Hasta ese entonces, esa tarea era solo para quienes se ofrecían. Así se pudo apreciar a Alejo "Panza" Bover (ex ala de la camada `84) que, tras su crianza en el campo se encargaba sacar los yuyos de la cancha y llevarlos a su boca para degustarlos. También, el Oso Bonfante se dio el lujo de cortar el pasto en cuero (o panza) y con la inconfundible riñonera roja.
Pero el trabajo nunca era eficaz. El pasto siempre estaba mal y ni el inteligente, pero poco feliz aporte del Chango servia (Ya repasaremos la inexplicable leyenda "C OBRAS"que pintada en cal, descansaba en mitad de cancha).
Así llegó entonces Wilson, que entre inflar pelotas y encargarse de ubicar los banderines al costado de la cancha, trabajó en el club aproximadamente 4 meses cobrando un sueldo de $400 y luego, tras quedar internado, falleció en el hospital a causa de un cáncer.

Nota: La foto es una simple recreación.

martes, 12 de junio de 2007

El Rincon De Heber


Corría el año 2003. A nivel personal ese año arrancó para mí con muchas propuestas nuevas y sobre todo muchos cambios. Entre esos cambios tuve un sueño –algo frustrado- pero sueño al fin: estudiar educación física. Y fue justamente en el Instituto José Ingenieros donde conocí a este personaje sin igual. En un principio pensé “este tipo estuvo encerrado en una burbuja por más de diez años”; algo que el tiempo lo confirmé: Señores, Rodrigo Borjas, o más conocido como “Heber”, vivió en una burbuja por más de diez años.
Este ilustre jugador, también avenido con el tiempo masajista - preparador físico - árbitro oficial de la URBA, ha dejado en nosotros una huella difícil de borrar. Wing del plantel superior con un tesón enorme, poca técnica y menos táctica, ha sido una de los personajes más particulares que han pasado por nuestro club. Sobre todo para quién suscribe, que ha peleado el puesto mano a mano por quién se quedaba con el premio al “peor jugador de la historia” del Cub. (¿Soy peor que Heber?)
Tras la recomendación de algunas personas que tuvieron la idea de reclutar gente del profesorado para insertarla de ese modo en nuestro equipo, invité a nuestro querido Heber a participar –primeramente- de entrenamientos para poder foguearse poco a poco, y una vez ya consagrado, pelear algún hipotético puesto en la primera división. Y fue así como Heber fue ganándose de a poco un lugar en esta sección. La de los personajes destacadísimos de nuestro querido Club.
Comenzamos con dos de sus anécdotas más importantes.
La primera de esta serie, se remonta a una noche de mucho frío, cuando los pateadores del plantel superior se juntaron un rato previo al entrenamiento correspondiente, para perfeccionar de esa manera su técnica en vistas al próximo partido. Heber se ilusionó muchísimo con ser un pateador alternativo, quizás con la idea de ser “el gran salvador” de alguna tarde rugbística. Y así fue que, de hecho, esa noche Heber no entrenó a la par de sus compañeros, porque se quedó “PATEANDO UNOS TIRITOS A LOS PALOS”(sic).
Por último, les dejo esta leyenda que es “para alquilar balcones” (¿?): Partido de intermedia en Laferrere, tras una jugada colectiva, la pelota llegó al wing de turno (queda claro, era Heber), y este zambulléndose, consiguió anotar un try de “antología”. Pero aquí no termina todo. Tras el festejo del equipo y de la gente que estaba ahí, este se despachó corriendo alocadamente -cuál Gata Fernández tras convertir frente a Arsenal el gol que e permitió campeonar a San Lorenzo de Almagro- y, con lágrimas en su rostro tras la hazaña, le dio la mano al entrenador de turno (el Gran Galo Merayo), tirando esta frase que quedará en la mente de todos los que presenciaron ese momento histórico: “Gracias profe por la oportunidad”...
Sin dudas, un personaje que dará mucho que hablar en este blog. Esta fue la primera zaga de una historia, que promete, no tener fin...

posted by El Tigre Gareca


Nota: Lamentablemente no pudimos dar con una foto de Heber. Aquí lo más parecido que circula por internet.

Mini Biografía: Juan Carlos (Me Dicen Bronze)


También conocido por algunos integrantes del plantel como “el actor porno”. Lo recuerdo como un “pilar aguerrido”, este personaje singular apareció (o mejor dicho, reapareció después de muchos años) en las instalaciones del club a finales de 2002, bajó la conducción técnica del creador de la jugada maestra que le da nombre a nuestro blog.
De este “jugador”, tengo tres recuerdos marcados a fuego en mi mente. Para seguir un orden cronológico de estas memorables reminiscencias aparece la noche en que –entrenamiento mediante- se dio a conocer bajo su apodo tan particular. “Hola, soy Juan Carlos, pero me dicen BRONZE”(sic). Paso seguido, indagué el porqué de ese apodo tan poco común, quién respondió sin titubear: “Y.....es que hace algunos años fui campeón de físico culturismo (¿?), y ahí nació mi apodo, debe ser porque soy tan fuerte como ese metal”. Sin comentarios...
Otro de los recuerdos, que viene muy apegado al anterior, es la particular forma de vestirse para entrenar, por eso digo que hay un antes de Juan Carlos (me dicen bronze): pantalón corto modelo Boca Juniors campeón de la Supercopa´89, acompañado por la camiseta suplente del club de la Ribera, versión año 92 (cuya similitud con la utilizada por la Alemania campeona del mundo en Italia´90 era notable). Pero eso no es todo: por encima de la camiseta mencionada, solía utilizar un buzo sin mangas –lo que algunos llaman “suda”- con el logo de “MEGADETH”. La-men-ta-ble.
La última vez que lo vi en el club, fue en un partido de intermedia donde, paradójicamente, estrenó una camiseta de nuestro club diseñada por él mismo. Realmente debo admitir que el diseño estaba bastante bueno. Si mal no recuerdo, el escudo estaba en el centro del corazón, pero este comentario no viene al caso.
Lo que sí viene al caso es que en ese partido, jugado en Laferrere (ya con la conducción de Hugo Agrello, a quién exijo al creador de este blog que lo tenga en un post ya!), en una formación desprolija y a cinco yardas de nuestro ingoal, se encontró con la pelota, y paso seguido pateó la misma dejándola dentro de la cancha, permitiéndole de esta manera a la visita que anotase sus primeros cinco puntos. Para los que verdaderamente saben de rugby -y esto sin ofender a nadie- es sabido que un pilar bajo ninguna circunstancia debe hacerse el apertura. Y esto se lo hizo saber el medio scrum de turno (ahora devenido profesor de educación física): “Bronze!!!!! Para que m..... pateás en vez de guardartelaaaaaaaá”.... La cara de mi amigo lo decía todo. Después de esto, nunca más apareció por el club.


--- posted by el Tigre Gareca ---


Nota: Ante la imposibilidad de obtener una foto certera del personaje, nos vimos obligados a apelar a la imaginación y recrear una imagen con ciertos aspectos característicos de él.

lunes, 11 de junio de 2007

Canchas y Colores - Vol 1.


Es conocido el caso en el que Boca Juniors, ante la escasez de recursos, allá por el año 1985 tuvo que usar remeras blancas, con los números pintados en un encuentro contra Atlanta. En el club, también pasaron situaciones similares. De a poco, iremos viendo estos momentos donde los colores tradicionales quedaron de lado.
A principios de 2003, para inaugurar la cancha de Ezeiza, se estrenó un juego de camisetas Urribarri. En 2004, la primera utilizaba esas casacas, mientras que para la Inter, se implementó el plan rejunte. O sea, que se juntaron unas 15 casacas de diferentes tipos para que las puedan utilizar también las juveniles. De ese juego, con el tiempo, poco se supo.
El lote de camisetas de la primera, descansaban en el baúl del 504 de un player histórico del plantel, cuando un grupo de malvivientes decidió indagar sobre el contenido del mismo. Obviamente que, además de elementos personales del hombre en cuestión, se llevaron las camisetas -en ese entonces algo dañadas-.
En el primer match posterior a el hurto, se utilizaron otras casacas que merecen su capitulo aparte. Pero, en varios partidos de la segunda ronda de 2004, se utilizaron las camisetas lilas que descansaban en la precaria utilería. No se sabe bien cuando desembarcaron estas camisetas en el Club. Sí que llegaron con la idea de utilizarse para ejercicios de contact y demás. Lo cierto es, que por fuerzas mayores, llegaron a tomar un gran protagonismo en el segundo semestre de ese año. En 2005 y 2006, las juveniles se encargaron de lucir estas curiosas camisetas lilas que, al ser talle único, despertaron las quejas de varios primeras líneas al momento de calzárselas.

sábado, 9 de junio de 2007

MiniBiografía: Luis Constanzo


Inaugurando una nueva sección, nos dedicamos a repasar el breve, pero anecdótico paso de varios jugadores por las instalaciones del club. A modo de presentación, iniciamos con Luis Constanzo.
Entrado en kilos, oriundo de Parque Lezama y habitual usuario del 29, dicen que apareció por el club un domingo a la mañana con la intención de integrar una turbia M-17 del año 2005. Si bien intentamos averiguar, nadie dio el nombre del responsable que acercó a LC al club.
Tras una nueva derrota de la división (reforzada) que entrenaban Diego Ojeda y Pablo Buschko, ante Varela Jr., los integrantes de la misma se entretenían en el micro con los típicos cantos y bromas. En un momento de calma, un actual medio scrum del plantel superior, indagó al chico nuevo: "¿Qué edad tenes?", fue la pregunta. La respuesta, no tardó en llegar y dejó atónitos a todos. "25", contestó suelto el debutante. El asombro se extendió hasta el final del viaje y rápidamente se convirtió en una gran anécdota.
Ante la sorpresiva novedad, Luisito se sumó al plantel superior y de a poco fue sumando experiencia. Por su kilaje y vestimenta, se vio obligado a aprender las mañas de la primera línea. En su legajo de anécdotas, sumó una más en la Inter. Ya en el segundo tiempo de algún partido en Ezeiza, vs un rival que no recordamos, el proyecto de pilar (hasta ese momento suplente) se vio obligado a prestar su short a uno de los jugadores en cancha. Al tener que ingresar, presenciamos más de 20 minutos de Luis en acción jugando en calzas azules.
La estadía en el club, no duró más que hasta finales de 2005. Pero antes del sorpresivo e inesperado retiro, Luis fue catalogado como una especie de amuleto. Así es, como la Señora, algunos presagiaban que su sola presencia (y más si lo tocaban) traía suerte. Algunos creen que sólo por esto, Luis tuvo lugar en el viaje y concentración a Chascomús, previo al choque que derivó en el ascenso ante Atlético. Esa noche, en el hotel, compartió habitación con Enzo Dos Santos.
Sin dudas, una aparición fugaz, que simplemente podría haber quedado en el olvido por su rendimiento deportivo, pero que, con justa razón, se convirtió en mini biografía.

viernes, 1 de junio de 2007

Los Por Qué????


Para tener presente una vieja sección de la ya desaparecida edición impresa de Matchwolfi, recordamos los Por Qué? Un sinfín de preguntas con respuestas ignotas, que nunca llegaron a ver la luz.
A modo de presentación, nos detenemos en un par de consultas:


Por qué cada vez que jugamos con italiano esta nublado??

Por qué al Tupa, le dicen Tupa?

Por qué todo pasó cuando la cancha estaba "así" (gesto con ambas manos que indica que la cancha apuntaba al buffet)?

jueves, 31 de mayo de 2007

El Rincon De Ozzi

Fernando Radzik nació en la década del `60 (tal vez por eso su estilo liberal para plasmar sus ideas) y algún día que nunca sabremos cuando fue, se le dio por jugar al rugby. La primera referencia real que tenemos es que, jugaba en UB de la 2da división de la URBA, hasta su desaparición a fines 2001. Luego, tras la decisión de todo el plantel de emigrar a Ciudad de Bs. As., aquí empieza a dejar su sello la presencia de Fernando. Vaya a saber uno como, el mítico jugador, fue el único que desembarcó en Obras. Con su 1,90m, su tez morena y su barba talibán, sumado al grado de susceptibilidad que se vivía en ese entonces, no se tardo mucho en apodarlo "Ossama", apodo que ya paso a ser una marca registrada.
Por suerte, el anecdotario que presenta este singular personaje es demasiado extenso. Por lo tanto, con la colaboración de los especialistas, iremos deshojando las miles de anécdotas e historias que nos fue (y sigue) dejando. Para empezar, a modo de adelanto, repasamos una del 2004...
Partido de primera ronda vs. Centro Naval de visitantes. Una intermedia baqueteada terminaba de caer derrotada y varios de sus integrantes se alistaban para formar parte del banco de relevos en el encuentro de primera. Mientras se jugaban los primeros minutos del partido, entre charla y charla, salieron los típicos temas de conversación por ese entonces. Plena época de juegos olímpicos, nos abocamos al fútbol y otras disciplinas. Primero, Ozzi primereó al calificarse como "un gran jugador, un buen 8". Minutos más tarde, sorprendió (a propios y extraños) con una de sus mejores declaraciones: "Yo era bueno en atletismo. En serio. En la adolescencia llegue a hacer los 100m en 10,01s". El silencio duró unos segundos, hasta que los suplentes estallaron en risas.
Pasamos a explicar el porque de las risas: Basándose en los dichos de Ozzi y haciendo un cálculo estimativo, entre fines de los `70 y principios de los `80 fue donde realizo la plusmarca. Ahora, comparándola con la de los corredores de primer nivel mundial, nos encontramos con los siguientes registros: Con 9,9seg. en 1976 aparece el jamaiquino Don Quarrie, mientras que en 1982, el yankee Calvin Smith, lo bajaba a 9,93s. O sea que, o los dichos de Ozzi carecen de veracidad o el Comité Olímpico Argentino se perdió la chance de traerse un oro en los JJ.OO. de Moscú.

Breve Reseña De BoneteDoc!


Bonete-Doc, es más que una jugada. Es una expresión que conlleva un significado especial para los que tuvimos la suerte de escuchar ese grito, de ver esa jugada, de sentir la firme presencia del Doc, penetrando el viento al mejor estilo Carl Lewis.
En épocas de vacas gordas (todavía en libertador, con inter y hasta pre), era habitual presenciar un momento clásico sábado tras sábado. Por lo general, en la Inter, el medio scrum de ese entonces -apadrinado por el coach de turno- no vacilaba a la hora de poner en práctica lo entrenado en la semana. Entre tanto código (Cielo, infierno, tío, cobra,) aparecía la oferta más tentadora: BONETE.
Claro que, a la hora del partido, a la tan estruendosa palabra, se le debía anteponer el nombre, apodo o apellido de quien sería protagonista crucial en la definición. Y aquí es donde empezaba a tomar protagonismo el nombre del DOC. Wing tenaz de aquella intermedia, luego medico del plantel y con, tal vez, unos de los tatuajes más horribles que se vieron por el club (sobre su hombro: Una especie de tigre, con ojos rojos y un celeste de fondo. Horrible!).
La idea y planificación del movimiento era la siguiente: Tras una formación cerca del lado ciego de la cancha, el medio scrum sacaba la pelota con una bomba paralela a cargar al grito de "Bonete + Nombre (en este caso, Doc)" y el wing de ese lado, se zambullía en una carrera -a veces sin destino- en busca de la pelota.
Si bien, con el paso del tiempo, queda claro que la jugada no prospero ni trajo grandes logros, es un honor y un gran motivo de charla, el haber presenciado dicha obra maestra. Los que lo vivimos, de adentro o afuera de la cancha, sabemos que BoneteDoc es más que una jugada, es simplemente: Un sentimiento.