Corría el año 2003. A nivel personal ese año arrancó para mí con muchas propuestas nuevas y sobre todo muchos cambios. Entre esos cambios tuve un sueño –algo frustrado- pero sueño al fin: estudiar educación física. Y fue justamente en el Instituto José Ingenieros donde conocí a este personaje sin igual. En un principio pensé “este tipo estuvo encerrado en una burbuja por más de diez años”; algo que el tiempo lo confirmé: Señores, Rodrigo Borjas, o más conocido como “Heber”, vivió en una burbuja por más de diez años.
Este ilustre jugador, también avenido con el tiempo masajista - preparador físico - árbitro oficial de la URBA, ha dejado en nosotros una huella difícil de borrar. Wing del plantel superior con un tesón enorme, poca técnica y menos táctica, ha sido una de los personajes más particulares que han pasado por nuestro club. Sobre todo para quién suscribe, que ha peleado el puesto mano a mano por quién se quedaba con el premio al “peor jugador de la historia” del Cub. (¿Soy peor que Heber?)
Tras la recomendación de algunas personas que tuvieron la idea de reclutar gente del profesorado para insertarla de ese modo en nuestro equipo, invité a nuestro querido Heber a participar –primeramente- de entrenamientos para poder foguearse poco a poco, y una vez ya consagrado, pelear algún hipotético puesto en la primera división. Y fue así como Heber fue ganándose de a poco un lugar en esta sección. La de los personajes destacadísimos de nuestro querido Club.
Comenzamos con dos de sus anécdotas más importantes.
La primera de esta serie, se remonta a una noche de mucho frío, cuando los pateadores del plantel superior se juntaron un rato previo al entrenamiento correspondiente, para perfeccionar de esa manera su técnica en vistas al próximo partido. Heber se ilusionó muchísimo con ser un pateador alternativo, quizás con la idea de ser “el gran salvador” de alguna tarde rugbística. Y así fue que, de hecho, esa noche Heber no entrenó a la par de sus compañeros, porque se quedó “PATEANDO UNOS TIRITOS A LOS PALOS”(sic).
Por último, les dejo esta leyenda que es “para alquilar balcones” (¿?): Partido de intermedia en Laferrere, tras una jugada colectiva, la pelota llegó al wing de turno (queda claro, era Heber), y este zambulléndose, consiguió anotar un try de “antología”. Pero aquí no termina todo. Tras el festejo del equipo y de la gente que estaba ahí, este se despachó corriendo alocadamente -cuál Gata Fernández tras convertir frente a Arsenal el gol que e permitió campeonar a San Lorenzo de Almagro- y, con lágrimas en su rostro tras la hazaña, le dio la mano al entrenador de turno (el Gran Galo Merayo), tirando esta frase que quedará en la mente de todos los que presenciaron ese momento histórico: “Gracias profe por la oportunidad”...
Sin dudas, un personaje que dará mucho que hablar en este blog. Esta fue la primera zaga de una historia, que promete, no tener fin...
posted by El Tigre Gareca
Este ilustre jugador, también avenido con el tiempo masajista - preparador físico - árbitro oficial de la URBA, ha dejado en nosotros una huella difícil de borrar. Wing del plantel superior con un tesón enorme, poca técnica y menos táctica, ha sido una de los personajes más particulares que han pasado por nuestro club. Sobre todo para quién suscribe, que ha peleado el puesto mano a mano por quién se quedaba con el premio al “peor jugador de la historia” del Cub. (¿Soy peor que Heber?)
Tras la recomendación de algunas personas que tuvieron la idea de reclutar gente del profesorado para insertarla de ese modo en nuestro equipo, invité a nuestro querido Heber a participar –primeramente- de entrenamientos para poder foguearse poco a poco, y una vez ya consagrado, pelear algún hipotético puesto en la primera división. Y fue así como Heber fue ganándose de a poco un lugar en esta sección. La de los personajes destacadísimos de nuestro querido Club.
Comenzamos con dos de sus anécdotas más importantes.
La primera de esta serie, se remonta a una noche de mucho frío, cuando los pateadores del plantel superior se juntaron un rato previo al entrenamiento correspondiente, para perfeccionar de esa manera su técnica en vistas al próximo partido. Heber se ilusionó muchísimo con ser un pateador alternativo, quizás con la idea de ser “el gran salvador” de alguna tarde rugbística. Y así fue que, de hecho, esa noche Heber no entrenó a la par de sus compañeros, porque se quedó “PATEANDO UNOS TIRITOS A LOS PALOS”(sic).
Por último, les dejo esta leyenda que es “para alquilar balcones” (¿?): Partido de intermedia en Laferrere, tras una jugada colectiva, la pelota llegó al wing de turno (queda claro, era Heber), y este zambulléndose, consiguió anotar un try de “antología”. Pero aquí no termina todo. Tras el festejo del equipo y de la gente que estaba ahí, este se despachó corriendo alocadamente -cuál Gata Fernández tras convertir frente a Arsenal el gol que e permitió campeonar a San Lorenzo de Almagro- y, con lágrimas en su rostro tras la hazaña, le dio la mano al entrenador de turno (el Gran Galo Merayo), tirando esta frase que quedará en la mente de todos los que presenciaron ese momento histórico: “Gracias profe por la oportunidad”...
Sin dudas, un personaje que dará mucho que hablar en este blog. Esta fue la primera zaga de una historia, que promete, no tener fin...
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Nota: Lamentablemente no pudimos dar con una foto de Heber. Aquí lo más parecido que circula por internet.