viernes, 20 de julio de 2007

El Rincón de Oso Bonfante: Breve Introducción


Es cierto, al personaje que vamos a dar paso en las próximas líneas no se lo tiene muy emparentado con la reciente historia del Club, creo yo, que por practicar un rugby antiguo (basta con aportar una clásica indicación: Al hooker, que baje el dedo mayor de la mano zurda -mientras toma al pilar de ese lado-, indicándole así al medio scrum que ingrese la pelota en el scrum). Más allá de este tipo de artimañas y de la distancia con la actividad de Club, su notable desempeño en el colegio es motivo importante para que le dediquemos un rincón aparte y podamos ir deshojando todo tipo de anécdotas.
Hombre de voz gruesa (a lo Coco Basile), con alguno problemas en el comedor, fiel fumador de parisienne, con un bigote característico, fan de las inmensas riñoneras montagne, utilizaba bermudas o pantalón 20cm. por encima de la cintura por la espalda y sosteniéndole la panza por delante.
Curiosamente, ante la lluvia que impedía que se llevaran las clases correspondientes al rugby, no se cansaba de hartar pasando el video (y vaya si le dio uso) de "los 15 mejores del mundial `95". Lomu, Wilson, Santamarina, Noriega, pasaban y pasaban. Alguna vez, cansado, le lleve el video de Francia-All Blacks en Gales `99, no solo que nunca me lo devolvió si no que lo vio como una nueva-buena opción y lo pasó varias veces.
Se dio el lujo de instalar frases (de esas que pronunciaba en la cancha de rugby, pero se escuchaban en la terraza del buffet) que quedaran para la posteridad. Con voz firme y casi siempre cayendo en la repetición, a pesar de su pasado como ala, se ve que su gusto por un rugby total lo llevaba a tener latiguillos, generalmente, para los wines. "Chau, chau, chau" (no el de Tinelli) se escuchaba al momento de cortar la línea de ventaja. Si no: "Bandera, bandera, bandera", indicación para que el jugador no frenara hasta la meta y vaya que sirvió, que en una practica, con uno de esos que no caza una, pero son ligeritos, el Oso gritó y el muchacho que se iba derechito para abajo de los postes, desvió su carrera hacia el banderín.
Otro clásico es el "Por Dioooooos!!!" que exclamaba ante cada imprecisión de sus equipos, con los pies firmes y los brazos abiertos en signo de "que paso?". Claro que las frases siguen, pero quedaran para otra entrega. Para despedirnos una simple anécdota.
Mucho Seven (no del bueno) se practicaba en el colegio. Tras ganarle una copa al colegio Guadalupe (el clásico), el Oso amplió horizontes y nos llevó a la Copa Nike. Para la puesta a punto, se decidió a practicar jugadas algo innecesarias -por lo menos, así lo veo yo- como constantes salidas de 22 y penales a favor en 5 yardas. De salida, es cierto, no había muchas variantes, mas allá de las alocadas que proponía su excitado ayudante que fue 1/2 scrum en el club y viajó a España recientemente. Pero de penal, puf!, todas las variantes habidas y por haber. Proponía parar a los dos pilares, de espaldas, en las 5 yardas e indicarle la jugada al medio scrum con gestos mínimos, imperceptibles para los rivales: 1) por la imposibilidad de ver a los hombres dados vueltas y 2) por la complejidad de las señas.
Recuerdo que rozándose la cabeza, se indicaba una de tantas. La otra era la oreja, o la nariz y así seguía, hasta terminar en tocarse un huevo. Juro que se practicaron. Es cierto, costaban, pero salían. Igual, seguía con mi teoría: ¿Cuantos penales en 5 yardas podes tener en un Seven?. Lo cierto es que fuimos, bastante bueno el equipo, algunos jugaban en clubes importantes y teníamos al Gurka Pallota, que era un gordo de tez negra que iba para adelante, pero acusaba mil lesiones. Jugamos varios partidos, veníamos con buenos resultados y de repente la jugada se dio. Penal en 5 yardas. Claro, ante tanta variedad, la desazón fue terrible. ¿Qué hacemos?, exclamaron algunos. Atónitos, giraron y buscando el guiño cómplice en el coach, preguntaron que jugada se tenía que utilizar. El Oso, a los gritos, exclamó: "Con Pallota, con el Gordo, todos con el Gordo". Sin más, me despido. Un genio.

Canchas y Colores Vol. 2


Como indicamos en el Vol. 1, el juego urribarri que adquirió la primera en 2003, lo urtaron del baúl del medio apertura que viste de jogging de tela de avión azul y buzo gris arremangado. Por tal motivo, ante la proximidad del partido en aquel 2004, hubo que recurrir a gestiones de referentes de peso con influencias en la URBA. De esta manera, se obtuvieron unas camisetas de la URBA de un clolor celeste (mas claro que el de la foto) y se utilizaron un día domingo -creo que era dia del padre-, bajo la lluvia, el Ezeiza, en una derrota vs. SITAS.

Obviamente, nunca más se volvieron a utilizar esas camisetas y mucho menos el color celeste.

miércoles, 18 de julio de 2007

El Rincon de Ozzi: "El Sidecar"


Segunda entrega de este personaje sin igual. En este caso, con una anécdota poco conocida por la parcialidad obrasanitariense (¿?). Pero imperdible por su inverisimilitud con la realidad del protagonista de este posteo.

Como todos sabemos, el 2002 para todos los argentinos fue un año durísimo. Sobre todo en materia económica. Pocos se podían dar el lujo de progresar comprándose algún objeto para mejorar su bienestar.

Y justamente, a quién suscribe, se le hacía muy difícil volver a su casa rápido después de los entrenamientos de los jueves, ya que después de transpirar la camiseta (¿?) estaba el consuelo de alguna buena comilona en el rancho. Y uno no se podía ir. Para colmo, todos los que íbamos para el mismo lado, o nos tomábamos el colectivo, o nos íbamos con un agraciado que nos acercase a algún punto de la ciudad más cercano a nuestras casas. Y la realidad indica que un día de semana, a las dos de la mañana, no es nada divertido esperar que pase el 15. Así que terminábamos en la segunda opción.

Todos sabemos que Ozzi, tiene una predisposición enorme, y más de algún jueves nos ha acercado a muchos a zonas que quizás no eran de tramo directo de su recorrido habitual. Pero lo bueno que tenía eso era que en esas charlas de automóvil, surgieron anécdotas que (si bien estaban en el mismo rincón de los recuerdos donde encontramos el momento histórico con más repercusión de los últimos tiempos) estaban esperando el instante justo para salir a flote.

Recuerdo justamente una noche después de comer un guisito en el rancho, (de esos que armaba Luis, ¡espectaculares!), que con otro integrante del plantel a quién prefiero preservar su identidad (pero es un primera línea muy querido por todos, a la espera de una operación en su rodilla, y esperando un varón), nos fuimos con Ozzi en su auto. A la altura de Av. De los Incas y Cramer, debajo del puente del ferrocarril, nos pasó una moto a gran velocidad, a lo que retruqué con un: “¡Dios mío!, ¡cómo pueden ir a semejante velocidad!” (si, ya sé, frase de viejo). En cambio, Ozzi, muy displicentemente se despachó con lo siguiente: “No gordo...., vos decís eso porque nunca anduviste en una moto a altas velocidades. En mis épocas juveniles, he recorrido las rutas argentinas de norte a sur con mi moto. Y la adrenalina que sentís es imperdible”. Tras este comentario, mi cara ya se empezaba a deformar (sobre todo mis labios), hasta que concluyó de deformarse para caer en un llanto de risa luego de que me dijera: “Pero lo más lindo de mis andanzas con la moto, era cuando los domingos, con mi señora, nos íbamos al Tren de la Costa, por supuesto, ella disfrutando del paisaje, en el SIDECAR”. ¿Se lo imaginan al Gran Ozzi en una Moto Guzzi cual soldado de la GESTAPO con su sidecar por San Isidro? Cada uno sacará sus propias conclusiones. Por lo pronto, yo lo escuché de su boca. Y soy felíz de poder compartirlo.
¡Gracias Ozzi por tus enseñanzas!”

-- Posted by el Tigre Gareca --

miércoles, 11 de julio de 2007

Hugo Agrelo, una ráfaga de arte por Libertador (Entrega 1)

Hoy nos toca hacer mención de un distinto. Y no lo decimos en el sentido futbolero de "tocado por la varita", sino en el sentido estadístico de que es imposible encontrar en una misma persona a un artista abstracto abierto a las experiencias, un cantante folklórico, un rugbier de alrededores de barrio norte que jugaba en el club San Martín, un nacionalista y creyente, 5 veces divorciado y concubino de su mamá. Una colección de anécdotas pasadas, contemporáneas y futuras se concentraron en una persona, allá por el 2003, cuando Hugo Agrelo se hizo cargo del Plantel Superior de Obras Sanitarias. Esta es la primera de varias entregas.

Tengo dosh notishisash: una buena y una mala

Ir a la Dirección Autárquica de Obras Municipales es un poco como verse en un espejo distorsionado; como He-Man y Faker, su versión mala. Los dos somos clubes peronistas con un pasado glorioso o, al menos de primera división, y nos queremos poco y nada. No vamos seguido, pero cuando llegamos no nos sentimos muy a gusto; quedamos inmersos en una sensación rara que arranca en el recorrido hacia los vestuarios, pasando por el natatorio y, ya cambiados, entrando en calor ¡en un diamante de beisbol!

Esa tarde de 2004 nos encontró con poco espíritu competitivo y se notaba en la cancha. El primer tiempo fue de esos que hacen enojar a un entrenador, que le toca el orgullo porque se imagina que algún comentario pelotudo le van a hacer en el tercer tiempo y porque no quiere que piensen que el es un cagón como los quince de adentro... y así van engranando. Y si hablamos de engranar rápido, que mejor ejemplo que el protagonista de este post: el integrante de la Coral Santa Cruz, el artista abstracto, el centro potente, entre tantas otras. Agrelo.

El pimer tiempo había sido un desastre,y los de adentro ya se veían venir la descarga de bronca. Algunos tardaban en llegar al lugar de la cancha en el que se juntaban para hablar, otros se hacían atender por el médico. El lineman ni se acercaba. Pero Agrelo sonreía y nada más. Por ahí solataba un "¿eshteeee... te falta mucho para venir acá?" Parecía todo un gran preámbulo para una tremenda cagada a pedos a la que Agrelo le ponía suspenso.

De a poco se juntaron los veintipico alrededor de Hugo. Él, parado, y la mayoría sentados. Pero él estaba parado a su manera, que no es joda: los pies marcando las dos menos diez, el torso hacia adelante y los brazos disponibles para gesticular. Dudaba en empezar, "ehhh" repetía. Y movía una mano que tenía los dedos índice y gordo unidos en sus yemas, como midiendo el ancho de un palo de escoba. Todos los ojos estaban en él... los jugadores ya se habían dado cuenta de que estaba haciendo teatro y se habían hinchado las pelotas. Y Hugo arrancó con "Muchachosh, tengo dosh noticishiash para darlesh: una buena y una mala...". En estas situaciones es común que el portador de las noticias pregunte a quien las desconoce cuál quiere escuchar primero.

Pero Agrelo nunca es común, así que no preguntó. "La buena esh que nada másh quedan cuarenta minutosh", disparó irónico, incisivo, hiriente, buscando una reacción en sus jugadores, tocarles el orgullo. "Falta poco", agregó. ¿Y la mala? se preguntaban los presentes molestos con el comentario de su entrenador. "Y la mala, shaben qué, ¡¡la mala es que no she pueden ir!!". "¡¡Shiii, boludo!!", siguió hablándole a la cara a Garrison, "she tienen que quedar hashta que termine eshto, ashí que mejor she meten en el partido".

Hugo Agrelo, un peculiar

Refritado 1


De a poco, vamos logrando sacar algunas sonrisas y la gente se prende en colaborar. Fue así que nos llegaron viejas ediciones de la revista virtual Matchwolfi, por parte de un ex primera-tercera linea y entrenador que alguna vez remato una charla de entretiempo a una tumultosa división con la frase: "Abrí tu mente....comprate un Ka".
Revisando, encontramos varios parrafos más que interesantes que creemos merecen su lugar estable. Hoy repasamos el primer refritado de Matchwolfi con COMO ARMAR UNA BUENA CANCION EN EL MICRO, texto a cargo de un ex jugador y entrenador de jueveniles, que alguna vez se dio el gusto de dejar el premio CAP vacante.

COMO ARMAR UNA BUENA CANCIÓN EN EL MICRO

1- Sentarse en los asientos del fondo.
2- Elegir la víctima: debe ser alguna persona que haya sumado méritos para recibir una canción. De ser posible que esté sentada adelante.
3- Rodearse de gente mala: trata de que se sienten cerca de ti los más ásperos y odiosos de tu división. Por ejemplo en mis épocas de juveniles me dio mucho resultado sentarme con Urday y Beto Rudel.
4- Recabar información sobre la víctima: todos juntos traten de recopilar material para la canción, todo es útil: frases célebres, defectos físicos, olores, hechos ocurridos en partidos o entrenamientos, etc.
5- Si no encuentras suficiente material, invéntalo. No debes sentir lástima por la víctima.
6- Aquí hay dos formas de continuar, si necesitas que la canción salga rápido o no tenés mucho material podés recurrir a los clásicos ritmos: “En el Río de la Plata...” , “......, mi buen amigo...” o “..., no lo pienses mas ...”.
7- Ahora si lo que querés es que tu canción sea un éxito, tenés que buscar algún hit del momento.
8- Este paso es el mas complicado ya que es el armado en si de la canción. Es importante que no sean muchos los que te ayuden a armarla porque sino es un quilombo y aparte nunca falta el que tira cualquier cosa. Para mi el numero ideal de autores es entre 3 y 5.
9- Una vez que ya la tenés armada juntas banda en el fondo y les enseñás la canción.
10- Solo queda cantarla y disfrutarla entre todos. Si el contenido de la canción es muy heavy, te recomiendo que te recuestes sobre el asiento mientras cantas, así la víctima no te ve y de última vos no tuviste nada que ver.

Suerte y que lo disfrutes.
El mismo cantautor de exitos como: “Pipeta, Pipeta”, “Pico sos un boliviano”, “Esta es la gloriosa banda de los cloaqueros”, “Eres piel morena” y co-autor del hit “Verdaguer”.

martes, 3 de julio de 2007

Momentos Históricos: Parte 2




Seguimos recreando esta sección de Momentos Históricos, y en este caso vamos a apelar a la imaginación (y a la utopía también, por lo menos para algunos). Eso sí, cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia...

Imaginémonos el año 2035, más precisamente una tarde de primavera, el Club Obras Sanitarias vuelve a estar poblado de socios, y a relucir como en esos tiempos de antaño. La gente se posa a tomar sol en la “cancha verde”, y el patio rojo vuelve a ser destechado. Pero lo más curioso de todo, la fiebre mundial por el deporte de la Pelota a Paleta se deja vislumbrar en la cancha detrás de la pileta. Incluso, se dice que un señor que se hace llamar Dinamita (obvio, será el nieto) es quién regentea que todo este en orden por estos lares.

El rugby pasa por un momento inolvidable, luego de haber pasado por todas las divisionales, ese año lograría el subcampeonato de primera división, tras perder en un agónico cotejo frente al SIC. Ni hablar del rancho, sin dudas que explota de gente

Y esa misma tarde, se juntaron algunos jugadores del plantel superior a tomar algo en la confitería, y justamente surgió entre charla y charla, cuál habrá sido momento histórico rugbístico más significativo del club de todos los tiempos.

“Que la tapa de El Gráfico”, “que un tackle del Inglés”, “que un try de Cristensen”, Que algún momento en el que la cancha estaba “así” (Ver nota titulada como “los Por qué”).... En fín, lo mismo de siempre. Pero muchos se olvidaban de un momento histórico para el club, que había quedado guardado en el rincón de los recuerdos.

La confitería tambíen estaba llena de gente. Unas señoras mayores, ex jugadoras de hockey, se destacaban jugando al Buraco. Pero más allá, se encontraba un personaje solitario, con una barba tupida, y con canas que vislumbraban su entrada edad. Dicen algunos que lo vieron llegar esa misma tarde en un Peugeot 504 de reliquia, pero pocos sabían quién era.

De pronto, tras la mirada atónita de estos muchachos que debatían sin llegar a ponerse de acuerdo, este hombre se les acercó y les dijo: “El momento histórico es sin dudas, una tarde de 2005 en Chascomús, cuando el apertura del club, desde la línea de 22 metros en defensa, con viento en contra y con un desgarro abismal, clavó un penal faltando segundos para finalizar el encuentro. Esa misma tarde Obras ascendió nuevamente a tercera”. Luego de esa frase, se fue. Así como vino, calmo, sereno, así se fue. La cara de los players (Basile dixit) no dejaban de expresar el asombro. Uno de ellos, al que denominaban “Garequita”, les dijo a los demás: “eso es verdad, mi viejo me lo contó... Yo voto por ese momento!”

Posted by el Tigre Gareca

lunes, 2 de julio de 2007

Momentos Históricos: Hay maní, maní


El club se nutre de momentos históricos que quedaran para posteridad. Es cierto, algunos son grandes acontecimientos, otros no tantos, pero acá le damos paso a todas las historia. Hoy, uno de los presentes, nos cuenta una increíble historia.

YO LO VIVI

Si bien estaba lejos de ingresar a una cancha de primera, en mis épocas de juvenil, el ritual de los sábados se repetía siempre: Tempranito, (Pre?), Inter, Primera, tercer tiempo.
Incondicional, previo a los partidos de la primera, mi presencia física paseaba por el Club, pero a las 15.30 se plantaba junto al resto de la gente del lado de la cancha que da al Cenard (Algo que nunca entendí, porque nos comíamos todo el sol de frente).
Lo concreto es, que con gran número de publico, y un buen desempeño del primer equipo (creo que fue en el año 2001), se empezaron a suceder hechos extraños. Pero no quedan dudas que el más singular se dio esa tarde.
Durante el ST del partido de primera, a lo lejos, y cada vez más cerca, se empezó a escuchar una voz gruesa que decía: "Hay maní, maní. Hay maní, garrapiñada, hay maní, maní". Increíble, pero real. Como en un gran evento deportivo, se vio que el muchacho andaba cerca del Club, vio la muchedumbre y se mandó.
Con años de tribuna y partidos, doy fe que fue la primera y única vez que nos visito un "Manicero".